La improvisación es composición instantánea. Muchos compositores quieren sonar con la frescura de una improvisación, y los buenos improvisadores quieren tener la estructura y el sentido de una buena composición.
Uno de los primeros aspectos que tenemos que trabajar para ser buenos improvisadores es la educación auditiva: ser capaces de saber que nota es la que oímos en la cabeza antes de tocarla, y por supuesto saber ubicarla en cualquier posición del mástil o del instrumento que toquemos. Este es un trabajo que puede llegar hasta el infinito. Una manera de empezar muy sencilla para principiantes sería tocar sobre la base de un acorde, improvisando primero sobre una o 2 notas, de manera que si estamos en Do, tendremos muy claro en muy poco tiempo como suena el Do y el Re, o el intervalo que decidas practicar. En este caso podremos centrarnos en el aspecto rítmico, no olvidemos que C Jam blues de Duke Ellington tiene solo 2 notas: Sol y Do. La definición rítmica hará que tenga mucha más coherencia la improvisación sobre 2 notas que una improvisación con toda la escala sin tener claro como suena cada intervalo.
Gradualmente podemos incorporar más notas 3, 4 y la mayoría de las escalas tienen 7 notas, así que no es una misión tan compleja!
La tendencia de la mayoría de la gente al improvisar es disparar notas son un proceso selectivo; esto es para mis oídos verborrea. Una manera de evitar esto es antes de empezar a tocar: no hay ningún problema en que durante unos segundos no toques! Espera a oír en tu cabeza que quieres tocar. El 100% de los alumnos les gusta más su improvisación cuando hacen esto. Date tiempo para que tu cabeza escuche la frase que quieres tocar.
Si tocas frases sin parar, igualmente es muy probable que suene muy monótono y hagas perder el interés al oyente. Un buen ejercicio es tocar 2 compases si y 2 no, es muy rígido al principio pero te ayudará a hacer respiraciones.
Comenzar tocando pocas notas suele ser mejor; ya que dejaras espacio para que el solo se desarrolle, si comienzas tocando muchas es muy complicado parar ese ritmo; puede ser interesante em ocasiones, pero es más probable que no desarrolles un buen solo.
La definición rítmica es fundamental, es muy importante practicar diferentes figuras rítmicas y que suenen con absoluta claridad.
El desarrollo motívico es una de las herramientas más poderosas para improvisar; cualquier motivo rítmico sencillo nos puede servir para desarrollar un buen solo; pero hemos de tener mucho cuidado y evitar que suene a que estamos haciendo un ejercicio.