Cuando tocamos una balada, la interpretación rítmica es diferente. Sugiero escuchar discos como: Ballads, de John Coltrane, Waltz for Debbie de Bill Evans.
Si tocamos la melodía en una balada, tal y como está escrita, va a sonar completamente mecánico, y en la improvisación ocurrirá exactamente lo mismo. Tenemos que aprender a tocarlas como si estuviéramos cantando; sintiendo con claridad el ritmo, pero no tocando las figuras rítmicas tal y como vienen escritas.
En una ocasión, un saxofonista que había hecho varias giras con Charlie Haden me dijo que el aprendió a tocar las baladas con el; y que la clave era esperar siempre a escuchar en tu cabeza antes de tocar.
Los discos de Charlie Haden son un gran ejemplo de cómo tocar baladas, sugiero el disco llamado Jasmine, a dúo con Keith Jarret, donde tocan de manera magistral: Body and Soul, o: For all we Know.
Son ejemplos claros de como tocar una balada, y aunque pueda resultar abstracto el concepto de: no tocar las figuras rítmicas tal y como aparecen en la partitura, la literatura musical nos demuestra que en todos los buenos discos, considerados «clásicos» a día de hoy, se tocan de esta manera, tanto melodías como las improvisaciones. Esta manera de tocar requiere de una investigación y trabajo personal de cada uno, para que esto no se convierta en: tocar fuera de tempo; se trata de tocar más abierto en el tempo, pero sintiéndolo muy claro.