Hay muchas maneras de aprender un standard. Voy a explicar cuáles son las claves en mi criterio para interiorizar de la mejor manera un tema.
En primer lugar, me parece mucho más interesante comenzar escuchándolo en lugar de ir directo a la partitura. Escuchar varias versiones; y lo ideal sería transcribir la versión original del tema, ya que muchas veces, se transcriben las versiones que el quinteto de Miles Davis hizo, pero ciertamente esa no era la idea original del compositor. Si transcribimos la versión original, podremos hacer una versión nuestra, pero basándonos en la idea original del tema.
Después de muchas escuchas, lo mejor sería intentar escribir la melodía de oído, y exactamente lo mismo con la Armonía. Esto es algo que requiere ciertos conocimientos y entrenamiento previo del oído, pero aunque no logremos hacerlo, sin duda ayudará mucho a desarrollarlo. Y, aunque pueda parecer muy duro, es sorprendente cómo se desarrolla el oído después de hacerlo varias veces. Generalmente los standards de Jazz, tienen las mismas progresiones armónicas; cuando interiorizas las más importantes, te resultará muy sencillo de identificar la próxima vez que lo escuches.
Algo que ayuda mucho es identificar los bajos de la progresión.
Posteriormente, una vez que has sacado el tema. Algo que hace muchísimo más fácil de memorizar la progresión, es aprenderse los bajos. Si sabemos los bajos, el color del acorde nos saldrá muy probablemente de una manera intuitiva.
El análisis armónico es clave también; ya que en lugar de un montón de acordes, pensaremos en progresiones armónicas que generalmente conocemos y nos ayudará a memorizarlo, porque tiene una lógica.
En general tendemos a estudiar menos tiempo de lo necesario un standard. Va a ser mucho más lo que saquemos en claro de un standard que sepamos bien, que varios que realmente no hemos estudiado a fondo.
Si queremos aprender de verdad bien el tema, no hemos de parar de estudiarlo hasta que nos resulte completamente intuitivo y sencillo de tocar, lo ideal, si es posible, es no poner límite de tiempo, si no esperar a que verdaderamente lo hayamos asimilado.